PRATER, Presentación
Hola, soy Juanma, tu guía personal, y junto a MyWoWo te damos la bienvenida a una de las maravillas del mundo: el Prater.
El Prater es el parque público más famoso de Viena.
El nombre «Prater» se refiere generalmente al famoso parque temático conocido como Wurstelprater, dominado por uno de los símbolos más conocidos de la capital austriaca: la enorme noria de más de 60 metros de altura, que en 1949 fue inmortalizada en la famosa película «El tercer hombre», de Carol Reed.
Esta instalación, inaugurada a finales del siglo XIX con motivo de las Bodas de Oro del emperador Francisco José I, es decir, por sus 50 años de reinado, fue reconstruida casi en su totalidad, a excepción de la estructura metálica, tras un devastador incendio en 1945.
¡Pero, obviamente, el Prater no siempre fue un parque de atracciones!
Inicialmente, esta zona verde era un coto de caza imperial creado por el emperador Maximiliano II. En 1766, por deseo de José II, se abrió al público y se equipó con cafeterías y quioscos al aire libre. Durante el Congreso de Viena de 1814/1815 y la Exposición Universal de 1873, este idílico espacio verde se convirtió en el escenario perfecto de importantes acontecimientos y celebraciones.
En medio del parque discurre una calle peatonal, la Hauptallee, que, con su recorrido de cinco kilómetros bordeado por unos 2500 castaños, es el escenario de la maratón de la capital que se celebra anualmente. Además de maratonistas, es fácil ver aquí a corredores entrenando a cualquier hora, aprovechando las 1700 hectáreas de espacio. Si quieres dar un paseo tranquilo, cómodamente sentado, te recomiendo dar un paseo en el tren eléctrico Praterzug o en el histórico ferrocarril en miniatura llamado Liliputbahn: ¡mínimo esfuerzo, máximo rendimiento!
Curiosidad: en octubre de 2019, en el Prater finalizó una maratón que, por primera vez en la historia, vio cómo un atleta lograba correr 42 195 metros en menos de dos horas. Lo hizo exactamente en 1 hora, 59 minutos y 40 segundos. Fue el keniano Kipchoge, quien batió su propio récord en Viena. Sin embargo, la hazaña no será reconocida como nuevo récord, ya que Kipchoge recibió «ayuda» de otros 41 corredores que le precedieron en formación aerodinámica, lo que le permitió ahorrar energía durante la carrera.