PALACIO DE VERANO, Salón De La Benevolencia Y De La Longevidad
La Puerta Este es la entrada principal del Palacio de Verano, un gran edificio con tejado a dos aguas, dos entradas laterales para los miembros de la familia real y los funcionarios de la corte y tres grandes puertas en el centro destinadas exclusivamente al emperador, la emperatriz y la reina madre.
Echa un vistazo a las delicadas pinturas de los arquitrabes, a la placa de la puerta y sus tres ideogramas escritos por el emperador Guangxu, en la que se lee Yiheyuan, el nombre chino del Palacio de Verano.
Las esculturas de piedra de las escaleras que conducen a la entrada, cinceladas con dos dragones en relieve, se trasladaron aquí desde las ruinas del antiguo Palacio de Verano en 1937. A los lados, los dos leones de bronce, agachados sobre pedestales de mármol, son símbolos imperiales.
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Te encuentras en un pequeño patio con dos edificios de nueve habitaciones llamadas «Casas de la corte Interna», donde dormían nueve oficiales que estaban de servicio durante la dinastía Qing.
El Salón de la Benevolencia y de la Longevidad es el primer complejo arquitectónico que encuentras frente a ti. Fue construido en 1750, incendiado en 1860 por las fuerzas anglo-francesas y reconstruido en 1888 por la emperatriz viuda Cixí.
El mobiliario de la habitación es original. En el centro verás una plataforma con un trono, adornada con nueve dragones; delicados abanicos de plumas de pavo real; un incensario en forma de criatura mitológica y un biombo de sándalo rojo, tallado con nueve dragones, con un espejo de vidrio en el centro grabado con 226 caracteres de caligrafía shou que simbolizan la longevidad.
En el patio, no te pierdas la maravillosa escultura de bronce de un animal con cabeza de dragón, cola de león, cuernos de ciervo y pezuñas. Es un Kylin que protege del fuego y proviene del antiguo Palacio de Verano.
Curiosidad: en el patio también se encuentran dos dragones y dos fénix de bronce utilizados como incensarios. Si te fijas en los fénix, que representan a la reina, están en el centro, mientras que los dragones, que representan al emperador, están en el lateral. ¿Sabes por qué? La respuesta es fácil: fue la emperatriz viuda Cixí quien gobernó el país, no el emperador.