CATEDRAL, Claustro

Al cruzar la puerta románica de San Severo, de mármol blanco, te encontrarás en el claustro, un oasis de tranquilidad rodeado de galerías góticas de los siglos XIV y XV. El principal atractivo de este claustro, que es casi tan grande como la propia iglesia y que sirve de jardín, con altas palmeras y magnolias, son las inconfundibles ocas blancas. Si pruebas a contarlas, verás que son 13, como los años de Santa Eulalia cuando fue martirizada y el número de las torturas que tuvo que sufrir antes de morir.

Las ocas están muy bien cuidadas, de hecho, tienen un estanque para ellas solas, ¡con una fuente del siglo XV coronada por una estatua de San Jorge a caballo! Esta fuente se decora con flores con motivo de la fiesta del Corpus Christi, cuando sobre el surtidor de agua se mantiene en equilibrio una cáscara de huevo vacía, símbolo de la hostia consagrada. La tradición del ''ou com balla", es decir, la "danza del huevo", se remonta al siglo XVIII....