MUSEO CERRALBO, Entresuelo Y Primera Planta
Te encuentras ahora en el primero de los tres salones consecutivos, todos con vistas al jardín, que toman sus nombres del color que caracteriza sus paredes y tapicerías. El Salón Rojo era la oficina privada del marqués: de aquí pasas al Salón Amarillo, que es el único que conserva los revestimientos originales. Aquí puedes imaginarte a la noble familia tomando sus comidas sentada a la mesa central de caoba bajo la hermosa lámpara de cristal de Bohemia.
El tercer salón, el Salón Rosa, fue creado por doña Amelia, hijastra del marqués y cofundadora del museo, como una especie de saloncito de estudio, de trabajo y de ocio para las mujeres.
La última estancia de esta ala del palacio era el dormitorio del ilustre marqués, que como habrás averiguado por el mobiliario, era una persona más bien austera.
Por desgracia, la otra ala del palacio, la de invierno, está temporalmente cerrada al público, por lo que no puedes hacer otra cosa que volver al Gran Portal de entrada para subir por la majestuosa Escalera de Honor, que en su primera parte es de mármol, mientras que la segunda tiene una barandilla de hierro forjado proveniente del Monasterio de las Salesas Reales.
Ahora haz una pausa y ve a la sala de armas.
Te encuentras ahora en la primera planta, también llamada planta noble, ya que a pesar de estar distribuida de una manera parecida al entresuelo, estaba decorada de una forma mucho más suntuosa, ya que era el lugar dedicado a las recepciones, fiestas y bailes. Estás en la sala de armas, que tiene una colección de más de cuatrocientas piezas. Al fondo, en el lado izquierdo, puedes vislumbrar un pequeño cuarto de baño, equipado con una bañera de mármol con vistas al jardín.
Te aconsejo que prestes especial atención a la exótica Sala Árabe: en las paredes, además de valiosos tapices kilim, se exponen curiosos instrumentos musicales y armas que proceden de Marruecos, Japón, Filipinas y China. La primera serie de salas termina con el Salón Estufa, el invernadero en el que se protegían las plantas de interior, que más tarde fue transformado por el marqués en un estudio para exponer hallazgos arqueológicos.
CURIOSIDAD: el Museo es la única casa museo de Madrid reconstruida tal y como era en los años a caballo entre el siglo XIX y el XX, y es un valioso testimonio de residencia aristocrática y de la vida cotidiana madrileña de aquel periodo. También tú sentirás este encanto especial.