PLAZA DE LA PAJA, Plaza
Hola, soy Sonia, tu guía personal, y junto a MyWoWo te damos la bienvenida a una de las maravillas del mundo.
Hoy te acompañaré en la visita a la plaza de la Paja.
¡La plaza de la Paja es uno de los lugares más encantadores de Madrid! Bajando por la calle Don Pedro habrás llegado a la pintoresca plaza de la Paja.
Es una plaza inclinada de forma irregular, típica del Madrid medieval, y se llama así porque aquí se le daba paja a las mulas que pertenecían al capellán de la cercana "capilla del obispo". En los últimos siglos de la Edad Media, la plaza de la Paja fue la sede del mercado más importante de la ciudad, pero con la apertura de la plaza Mayor la zona perdió importancia, aunque continuó siendo la preferida por las grandes familias de la época para construir sus palacios nobiliarios.
Ve al centro de la plaza, desde donde puedes admirar la austera fachada renacentista de granito de la "capilla del obispo". A tu izquierda, integrada de forma armoniosa (pero no te dejes engañar, la fachada fue reconstruida a principios de 1900), tienes el palacio de los Vargas, el único que queda de los edificios originales, que ahora es sede de una institución de enseñanza. Delante de la entrada, si te gusta leer, puedes reconocerte en la estatua de bronce del "lector", inmenso en su periódico.
En el fondo de la plaza, en la parte más inclinada, si puedes, entra en el maravilloso jardín del príncipe de Anglona, un espacio verde de gran elegancia, que se revelará en toda su secreta belleza en cuanto franquees la puerta.
Después pasear entre rosales, la encantadora pérgola de hierro y las fuentes "petrificadas", dirígete hacia la capilla del obispo y échale un vistazo también a la callejuela a tu izquierda. Aquí podrás admirar otra curiosa imagen madrileña: la alta torre cuadrada del siglo XIV, de estilo arabizante, de la pequeña iglesia de San Pedro el Viejo, enmarcada por los elegantes edificios que la preceden.
CURIOSIDAD: en el verano de 2016, el antiguo mercadillo de la plaza de la Paja, que ya no existía desde hacía siglos, se ha vuelto a proponer en una versión ecológica.