PRADO, Introducción

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Antes de comenzar la visita al Museo del Prado te sugiero que estudies bien el plano, de manera que identifiques las secciones que más te interesan. De hecho, corres el riesgo de quedar aturdido por la inmensidad del edificio y sus colecciones, distribuidas en hasta 80 salas, a lo largo de varios kilómetros de recorrido. Por si eso no bastase, en vistas del bicentenario de 2019, un grupo de grandes arquitectos internacionales ha ampliado aún más el recorrido, añadiendo dos históricos edificios-satélite de las proximidades: el Casón del Buen Retiro y el antiguo Museo del Ejército.

Para gestionar el flujo de visitantes, de verdaderas proporciones bíblicas, cuenta con cuatro entradas diferentes. Si estás solo, te aconsejo sin duda que entres por detrás, pasando por el claustro renacentista del convento de los Jerónimos, al que MyWoWo dedica también un apartado en profundidad. Incorporado al recorrido expositivo hace sólo unos años, el claustro fue desmontado y vuelto a montar piedra a piedra, sobre una base equipada con elevadores hidráulicos, para garantizar su estabilidad y resistir el impacto de cientos de miles de visitantes.

Desde el claustro pasas a una vasta área subterránea, llena de servicios, entre otros un café-restaurante, y desde allí desembocas en una espectacular sala redonda, con las paredes pintadas de un color rojo brillante, que contrasta con el blanco de las estatuas de mármol ahí expuestas....

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