MUSÉE ORSAY, Recorrido Museo
El recorrido por el museo discurre por tres niveles principales: la planta baja, que se desarrolla a lo largo de un pasillo central, la terraza de la planta intermedia y el nivel superior, situado sobre el atrio que alberga las vías.
Una vez superado el umbral, te encuentras de golpe con el gran corredor de las esculturas, al cual se asoman las salas laterales. Te aconsejo que sigas la numeración ascendente, comenzando por la primera a la derecha. Procediendo en orden cronológico, comenzarás por las principales formas artísticas que marcaron el periodo entre 1848 y 1870. Desde el pintor Eugène Delacroix pasas al realismo, ejemplificado en las obras de los pintores Courbet y Millet y el grabador y escultor Honoré Daumier, cuyos bustos de arcilla pintada te divertirán por el ingenio con el que "deformó" los rasgos de algunos políticos de su tiempo.
Tu recorrido continúa con las pinturas de los paisajistas de la "Escuela de Barbizon", y con los cuadros de los impresionistas antes del nacimiento "oficial" del movimiento en 1874.
Para no perder el orden cronológico, sube al nivel superior y entra en el universo impresionista, con la colección más completa del mundo de este movimiento artístico. Sobre todo aquí es donde se concentran los cerca de tres millones y medio de visitantes anuales que lo convierten en el museo más visitado de París inmediatamente después del Louvre.
Bajando al nivel intermedio dedicado a la generación posimpresionista, podrás admirar obras de Van Gogh, Gauguin, Paul Signac y Georges Seurat. Toda una sección está ocupada por las esculturas de Rodin, gran maestro del siglo XIX, famoso por la estatua de Pensador. En las otras salas te encuentras en plena "Belle Epoque", con jarrones, sillas, muebles, obras de vidrio y mosaicos pertenecientes al denominado "modernismo", de enorme éxito en París entre los siglos XIX y XX. Te recomiendo en particular el Comedor de Charpentier, repleto de muebles de madera de álamo, caoba y roble.
Si quieres ver algunos restos del uso original del edificio, mira la gran vidriera de la marquesina de las vías, que da al recorrido una luminosidad especial y bastante difusa, gracias a la utilización de piedra caliza de color claro. No te pierdas tampoco el gran reloj con un fastuoso marco de bronce, que domina el museo desde las alturas y del que se ha convertido en un símbolo, en recuerdo de su pasado ferroviario.
CURIOSIDAD: aquí en el Orsay también podrás ver el que probablemente sea el cuadro más escandaloso jamás pintado, titulado "Origine du monde", de Gustave Courbet. Su anterior propietario fue el psicoanalista Jacques Lacan, ¡que sin embargo lo tenía escondido debajo de otro cuadro!