NOTRE DAME, Interior
Ya puedes acceder al interior de la Catedral de Notre-Dame.
Si escuchas un alboroto considerable, no te dejes amedrentar: Notre Dame está siempre llena de visitantes, y ni siquiera las frecuentes peticiones a través de los altavoces consiguen que se haga silencio. Pero una vez superado ese primer impacto auditivo (y puede que algún que otro empujón) no podrás sino dejarte impresionar por la armonía arquitectónica de este monumento.
Con sus 5 naves atravesadas por un doble pasillo horizontal tras el altar mayor, esta grandiosa catedral mide 130 metros de largo, 48 de ancho y 35 de alto, y tiene capacidad para más de 6.000 personas. Contempla las esbeltas arcadas góticas soportadas por pilares, y la elegante galería de vidrieras a tres niveles que se extiende a lo largo de la parte central y continúa alrededor del coro. A pesar de las restauraciones del siglo XIX, la arquitectura interna sigue transmitiendo una sensación de gran pureza: una vez que hayas disfrutado de una perspectiva general, dirígete hacia el fondo, aprovechando para visitar las numerosas capillas laterales.
Más allá de las espléndidas vidrieras góticas de los grandes rosetones laterales y de las barreras talladas del coro, en Notre Dame no hay muchas obras medievales. Los cuadros más grandes, de pintores franceses e italianos, son del s.XVII y las maravillosas esculturas que se encuentran junto al altar mayor, datan del s.XVIII. Cabe señalar la imagen de los reyes Luis XIII y Luis XIV rezando y el grupo escultórico en mármol de la Piedad. También son del S.XVIII los asientos de madera del coro.
En el interior de la sacristía se puede visitar el Trésor de Notre Dame, donde podrás contemplar objetos litúrgicos, hábitos sacerdotales y preciosas reliquias, como un Clavo Santo y un fragmento de la Santa Cruz, procedentes de la Sainte-Chapelle y que el mismísimo Luis IX el Santo trajo hasta aquí.
El más importante es la Sagrada Corona, que sería la que se uso sobre la cabeza de Cristo antes de su crucifixión. En la actualidad se conserva en una capilla situada al fondo, en una teca que solo se expone ante el público en ocasiones especiales.
Los objetos del tesoro son relativamente recientes, ya que las piezas de orfebrería sacra fueron saqueadas durante la revolución.
Antes de salir, échale un vistazo al órgano colocado contra la fachada: se remonta a la segunda mitad del siglo XIX y está formado por 8.000 tubos, 110 juegos y 5 teclados.
CURIOSIDAD: Si por casualidad al visitar la sacristía oyes un zumbido extraño, no te preocupes: desde la primavera de 2013 su techo es el hogar de una colmena de abejas, instalada y gestionada por un famoso apicultor. ¡Se trata claramente de un caso de ... miel divina!
Así termina nuestra visita de la catedral de Notre Dame en París. MyWoWo te da las gracias y ¡te cita en otra maravilla del mundo!