PALACIO DEL LOUVRE, Cour Napoléon

Ahora estás en el Cour Napoléon, entre la fachada trasera y las larguísimas alas simétricas del "Nuevo Louvre", y más allá delArco del Triunfo del Carrusel podrás contemplar los exquisitos Jardines de las Tullerías.

En los archivos dedicados al museo te hablaré de las colecciones de arte: por el momento, te avanzo que el Louvre comenzó a desempeñar su función de museo ya durante la Revolución Francesa, cuando empezó a ser depositario de las obras de arte sustraídas de los edificios religiosos: de este modo, en el año 1793 el edificio comenzó a albergar el recién nacido Museo Central des Arts.

Pero, por el momento, vuelve a poner tus ojos sobre el edificio para apreciar plenamente el placer de su simetría. Esto se debe a que Napoleón III, a mediados del s.XIX, completó el "Grand Dessein", ese "Gran Proyecto" que Enrique IV pusiera en marcha dos siglos y medio antes con la construcción del ala Richelieu, opuesta a esta y en paralelo con el río Sena. Por desgracia, como consecuencia de la terrible revuelta popular de 1871, que dio lugar al gobierno socialista de la "Comuna de París", el Palacio de las Tullerías fue destruido. Los dos pabellones simétricos en los extremos del complejo fueron reconstruidos hacia finales del s.XIX, y presentan una decoración muy diversa que parece anticipar el estilo art nouveau.

La última gran modernización comenzó en 1981, con el famoso diseño del "Grand Louvre" iniciado por el entonces presidente François Mitterrand. Su característica más espectacular es, sin duda, la pirámide de cristal diseñada por el arquitecto chino nacionalizado en EE.UU. Leoh Ming Pei, que pasaría a ser la entrada principal del museo.

CURIOSIDAD: Al principio, la pirámide fue el blanco de numerosas críticas. Muchos tildaron el proyecto de "gran error" y criticaron la "geometría glacial" de la construcción que, según aseguraban, convertía el Museo del Louvre en una especie de parque de atracciones. También circularon leyendas urbanas que asociaban esta estructura al mundo de la masonería y de lo esotérico. Se decía que los paneles de vidrio que cubren la pirámide sumaban 666, el número del diablo. No obstante, hacen un total de 673.