MUSEO ARQUEOLÓGICO, Kouros Sala 08
El gigantesco Kouros de Sunión, o el joven de Sunión, es una de las obras más impresionantes del museo. Tiene más de tres metros de altura y se esculpió alrededor del siglo VII a. C. en mármol de Naxos, una isla del mar Egeo. Pero, ¿qué representa y dónde podía hallarse una obra así? Se encontró en 1906 en una fosa frente al magnífico templo de Poseidón, en cabo Sunión, la punta más meridional de Ática, frente al mar en la cima de un promontorio rocoso. Los griegos lo enterraron junto con otras esculturas después de que los persas, en el 480 a. C., profanaran el templo e hicieran pedazos las estatuas.
Antes de ese terrible suceso, el joven kouros se encontraba frente al templo, donde destacaba con poderosa seguridad. Las estatuas como la que estás viendo ahora derivan de las estatuas análogas que se realizaban en el antiguo Egipto de los faraones, estatuas que los griegos conocían bien porque comerciaban con los egipcios.
Sin embargo, las estatuas egipcias, incluso cuando representaban a un hombre que camina, siempre lo representaban apoyándose en algo, como si no fuera capaz de caminar por sí solo. Aquí se demuestra el gran paso adelante de los griegos: el joven que camina hacia el templo, hacia la casa del dios, libre de todo apoyo, toma posesión del espacio y se mueve sin ayuda. Ahora entiendes cuál es la diferencia con respecto a las estatuas egipcias de las que deriva.
Mientras que en el antiguo Egipto el hombre dependía por completo de los dioses, en la antigua Grecia se le consideraba más autónomo. Apartándose del plano de apoyo que sostenía las estatuas del antiguo Egipto, los griegos habían colocado el libre albedrío del hombre en el centro del universo.
Si observas la obra con atención, verás que, aunque parezca natural, sigue siendo muy rígida: la cabeza es prácticamente cúbica, los ojos, nariz, boca y orejas, al igual que el pecho, espalda y piernas, son muy esquemáticos. A pesar de ello, el kouros representa una elección artística que conduce orgullosamente hacia un camino que llegará lejos.
Curiosidad: en una cantera de la isla de Naxos hay un kouros, inacabado y abandonado, de 10 metros de altura.