CATEDRAL DE COMO, Interior
Al entrar por el portal central de la fachada, nos reciben dos antiguas estatuas románicas que representan un león y una leona y que formaban parte de la iglesia original.
Frente a ti se alzan tres naves, que en el centro alcanzan una longitud de nada menos que 87 metros, divididas por dos filas de cinco columnas. La anchura media de la catedral es de 36 metros, pero en la zona del transepto se ensancha hasta los 56 metros.
Si miras hacia arriba por encima del portal que acabas de atravesar, podrás contemplar los espléndidos diseños policromados de las vidrieras que componen el rosetón de la fachada y que datan de 1488.
Un poco más adelante, al pasar las pilas de agua bendita, a la izquierda, se encuentra un espléndido templete renacentista de finales del siglo XVI con columnas de mármol policromado que encierran una preciosa pila bautismal del siglo XV con una tapa de madera finamente tallada.
Al recorrer las naves podrás observar estatuas, estucos y pinturas realizadas de forma exquisita, e incluso tapices de lana y seda confeccionados entre 1525 y 1635, procedentes de las fábricas más importantes de la época de Milán, Ferrara, Florencia y Bruselas.
Ahora, pon el audio en pausa y vuelve a reproducirlo cuando estés cerca del altar central.
En el centro se encuentra el antiquísimo altar románico de mármol de 1317, en cuyo interior se conservan las reliquias de los santos Proto y Jacinto y de las santas Liberata y Faustina.
En los ábsides laterales, en cambio, hay dos imponentes capillas.
A la derecha se encuentra la Capilla de la Asunción, que alberga un maravilloso altar de estilo barroco que se terminó en 1686, mientras que a la izquierda está la Capilla del Crucifijo, cuyo altar se terminó en 1674.
Acércate al crucifijo de madera de esta última capilla, realizado entre finales del siglo XV y principios del XVI, y observa detenidamente la cabeza de Jesús. ¡Lo que ves es pelo humano auténtico!
Curiosidad: al recorrer las naves, seguro que has visto los dos imponentes órganos situados a los lados. Hay otros dos un poco más escondidos: uno encima de la sacristía, situada a la izquierda, y otro detrás del altar del Crucifijo. En total, los cuatro órganos tienen nada menos que 6515 tubos con 69 registros sonoros diferentes. ¡Imagínate lo maravilloso que sería escucharlos durante las grandes celebraciones!