TREMEZZO, Villa Carlotta - Jardines

El jardín botánico de Villa Carlotta es uno de los más bonitos de Italia, con una gran variedad de flores y plantas de todo el mundo.

Cuando el marqués Giorgio Clerici mandó construir la villa en 1690, el tamaño del jardín era mucho menor que el actual. En aquella época, solo quedaba la zona que aún se conservaba como jardín de estilo italiano, con parterres cuidados, setos podados, fuentes, juegos de agua y estatuas. En esta zona, organizada en terrazas bordeadas por elegantes barandillas de piedra y escalinatas, se cultivaba antiguamente una increíble variedad de cítricos, hoy limitados a una sola terraza, donde forman dos románticos túneles que florecen de primavera a verano y producen maravillosos frutos hasta el invierno. En esta zona del jardín también se pueden encontrar elegantes rosas trepadoras y bonitas camelias.

Cuando la propiedad pasó a Gian Battista Sommariva en 1801, se compraron nuevos terrenos para crear un jardín de estilo inglés. Pero fue gracias al príncipe de Sajonia-Meiningen, propietario de la villa desde la segunda mitad del siglo XIX, que el jardín alcanzó su tamaño y forma actuales. Actualmente, alrededor del jardín de estilo italiano, se puede contemplar el jardín romántico con plantas monumentales, un precioso bosque de rododendros, hortensias, rosas inglesas y azaleas.

La princesa Carlota de Prusia y el príncipe Jorge II de Sajonia estaban muy enamorados, pero el destino los separó tras solo cinco años de matrimonio cuando, en marzo de 1855, pocos meses después de la muerte de su segundo hijo, la pobre Carlota murió en el parto con tan solo 23 años. El príncipe decidió conservar la villa y se dedicó durante años al cuidado de su jardín, que, como experto botánico que era, transformó en la maravilla que hoy pueden visitar millones de turistas.

Mandó crear el jardín de rocas, donde en primavera y verano se colocan plantas suculentas como cactus, agaves y áloes. También cuenta con una pequeña gruta artificial, que en verano alberga plantas tropicales y magníficas orquídeas. Pero, en especial, creó el pintoresco valle de los helechos, con un arroyo situado en el centro, e hizo plantar árboles monumentales como cedros, pinos y secuoyas.

Curiosidad: los cítricos de Villa Carlotta se plantan directamente en el suelo y, para conservarlos en invierno, en la estación fría se cubren con una tela en cuyo interior unos calefactores especiales mantienen una temperatura que nunca baja de los 6° centígrados.