CONCA DEI MARINI, Presentación
Hola, soy Juanma, tu guía personal, y junto a MyWoWo te damos la bienvenida a una de las maravillas del mundo: Conca dei Marini.
Además de ser conocida por la maravillosa Gruta Esmeralda, de la que te hablaré más adelante, Conca dei Marini presume de algunas de las playas más íntimas y pintorescas de toda la Costa Amalfitana, a la mayoría de las cuales solo se puede acceder por mar. La playa principal, en cambio, es Marina di Conca, a la que se accede por una escalinata excavada en la roca.
Además de su belleza natural, el pueblo también alberga interesantes monumentos históricos, como la Iglesia de San Pancracio Mártir, que domina la bahía con una espectacular vista al mar, de la que se puede disfrutar desde el cercano mirador. Construida en el siglo XIV, esta iglesia se distingue por su estilo arquitectónico morisco y sus frescos interiores que narran historias de la vida del santo patrón.
Suspendido entre el cielo y el mar se encuentra el Monasterio de Santa Rosa, una joya de la arquitectura barroca. Fundado en 1681, el monasterio es famoso por ser la cuna de la sfogliatella Santa Rosa, un dulce tradicional de Campania relleno de crema pastelera y cereza amarena confitada. Convertido hoy en hotel de lujo, el monasterio aún conserva su iglesia del siglo IX, dedicada a Santa Maria di Grado, y agradables jardines abiertos a los visitantes.
Otra iglesia histórica es la de San Juan Bautista, con fachada de estilo barroco: sus orígenes inciertos se remontan al siglo XIV, pero fue remodelada en los siglos posteriores.
Por último, al igual que en otros puntos de la costa, aquí también hay una antigua torre sarracena, situada en el promontorio de Capo di Conca: es una de las mejor conservadas. Esta estructura cilíndrica, que data del siglo XVI, representa una pieza importante de la historia local y ofrece una vista panorámica inolvidable.
Curiosidad: la iglesia de San Juan Bautista está decorada con la imagen de un santo en la parte superior del centro de la fachada. Se podría pensar que se trata del santo que da nombre a la iglesia; sin embargo, se trata de San Antonio de Padua, bajo el cual, en letras grandes, se lee una inscripción: «protegeré esta ciudad».