IGLESIA DE SAN FRANCESCO DELLA SCARPA, Presentación - Ai Voice
Idioma: español
Como puedes notar, la Iglesia de San Francisco della Scarpa — literalmente “San Francisco del Zapato” — es una de las más singulares de Lecce, pues se distingue de las demás por un detalle sorprendente: no tiene fachada.
Originalmente, por supuesto, la fachada existía, pero a finales del siglo XIX fue demolida para dar espacio al gran pórtico del antiguo Colegio Palmieri, el edificio neoclásico que ves frente a ti. Con la construcción del pórtico, la entrada de la iglesia quedó oculta y la nave acortada, lo que le dio el aspecto tan inusual que conserva hoy en día.
Debes saber que, según la tradición, San Francisco de Asís, de regreso de Tierra Santa en 1219, se habría detenido aquí cerca para orar. Por eso, pocos años después, los frailes franciscanos construyeron en este mismo lugar una iglesia y un convento, tras recibir el terreno como donación de la noble familia Guarini, duques de Poggiardo.
En los siglos siguientes, San Francisco della Scarpa se convirtió en uno de los principales centros espirituales de Lecce y en lugar de sepultura de las familias más ilustres. Entre los monumentos funerarios más destacados aún se conserva el del gran predicador fray Roberto Caracciolo, en la capilla de San Luis.
Entre 1699 y 1714, la iglesia fue reconstruida en estilo barroco, con nuevas capillas, un amplio crucero y un profundo presbiterio. Las decoraciones del techo fueron encargadas al pintor Tommaso De Leo, quien dio al conjunto un tono elegante y armonioso.
Pero el siglo XIX cambió todo: con la supresión de las órdenes religiosas, los frailes tuvieron que abandonar el convento y muchos objetos sagrados fueron desmontados y trasladados a otros lugares.
Al entrar hoy, te encontrarás con un espacio luminoso de planta en cruz griega, con paredes marcadas por pilastras y molduras que guían la mirada hacia lo alto. La luz que se filtra por las ventanas resalta los tonos dorados de la piedra leccese, creando una atmósfera de paz y recogimiento.
En el crucero podrás admirar dos magníficos altares: el de la Inmaculada Concepción, esculpido en 1599 por Francesco Antonio Zimbalo, y el dedicado a San Francisco de Asís, que recuerda los orígenes del lugar.
Pero la verdadera sorpresa te espera en el presbiterio: aquí se encuentra una enorme estatua de papel maché que representa a San José con el Niño Jesús, modelada en 1833 por Oronzo Greco. Con casi seis metros de altura, se considera la escultura de papel maché más grande del mundo.
Junto a la iglesia se halla un pequeño oratorio, vinculado a la tradición según la cual aquí rezó San Francisco durante su estancia en Lecce.
Hoy la iglesia está desacralizada, pero sigue viva como espacio para exposiciones, conciertos y eventos culturales. Es un lugar donde el arte, la historia y la espiritualidad se entrelazan, conservando aún el profundo espíritu franciscano de Lecce.
Curiosidad: el nombre “della Scarpa” hace referencia a los Franciscanos Conventuales, conocidos como “los que usaban zapatos”, para distinguirlos de los frailes observantes, que caminaban descalzos.