IGLESIA DE SAN GIOVANNI EVANGELISTA, Presentación - Ai Voice
Idioma: español
La Iglesia de San Juan Evangelista es una de las joyas arquitectónicas más antiguas de Lecce, aunque el edificio que ves hoy ya no es la construcción medieval original. En 1607, el templo fue completamente transformado, adoptando el aspecto sobrio y armonioso que puedes admirar actualmente.
Debes saber, sin embargo, que sus orígenes son mucho más antiguos: aquí, en 1133, el conde normando Accardo II decidió fundar un monasterio de monjas benedictinas. Durante siglos, este fue el lugar elegido por las familias más distinguidas de Lecce para que sus hijas, aquellas que no estaban destinadas al matrimonio, tomaran los votos. Las jóvenes vivían en estancias cómodas, con pequeños huertos privados e incluso un oratorio personal.
A pesar de la supresión de las órdenes religiosas en 1866, que privó al monasterio de muchos de sus bienes, la comunidad de monjas ha logrado sobrevivir hasta nuestros días.
El exterior de la iglesia es bastante sencillo, al igual que su interior, formado por una sola nave en forma de cruz latina. Pero en cuanto entres y levantes la vista, podrás contemplar el magnífico techo de madera artesonado del siglo XVII, con paneles decorados con pinturas.
A lo largo de las paredes encontrarás una serie de altares barrocos decorados con columnas salomónicas y dorados: un verdadero triunfo de formas y colores. En el altar mayor, situado en el centro del presbiterio, se conserva un grupo escultórico policromado con San Juan Evangelista en Gloria, que parece elevarse hacia el cielo. Entre las obras más valiosas destacan tres estatuas de madera —San Juan Evangelista, San Benito y Santa Escolástica— atribuidas a Nicola Fumo, uno de los grandes maestros de la escultura napolitana del siglo XVII.
Al fondo de la nave se encuentra la galería del coro de las monjas, una tribuna elevada desde la que las religiosas cantaban y rezaban durante la liturgia. Estaba protegida por elegantes celosías de madera, para que las monjas de clausura pudieran asistir a los oficios sin ser vistas por los fieles.
Curiosidad: las monjas benedictinas de Lecce son famosas por sus dulces de pasta de almendra. En Pascua y en Navidad preparan figuritas en forma de corderos y peces siguiendo recetas ancestrales. Si tienes suerte, podrás probarlos comprándolos directamente en la portería del monasterio: una manera deliciosamente dulce de llevarte a casa un pedacito de historia.