BASÍLICA DE SAN AMBROSIO, Altar De Oro
Al final de la nave central habrás llegado a la parte más sagrada de la basílica, bajo la cúpula octogonal: frente a ti está la verja que rodea el altar mayor. Desgraciadamente, esta parte de la iglesia ha sido reconstruida debido a los daños que sufrió en la Segunda Guerra Mundial, pero todavía tiene el aspecto que tenía en la época de San Ambrosio. Al fondo verás un gran mosaico dorado que ha sido restaurado varias veces, pero que en algunos lugares ¡tiene más de doce siglos de antigüedad! En el lado derecho, el asiento del obispo está realizado en madera tallada y es del siglo XV.
Pero ahora prepárate para una de las obras de arte más valiosas de la ciudad. Rodeado por cuatro antiguas columnas de pórfido rojo y bajo un suntuoso baldaquino con decoraciones de yeso, puedes admirar el extraordinario "Altar de oro". Se trata de uno de los ejemplos más importantes del arte europeo de la época de Carlomagno, entre los siglos octavo y noveno después de Cristo.
El altar fue realizado por un orfebre de extraordinaria habilidad que se llamaba Vuolvinio, y como puedes ver, en la práctica es un gran arcón de madera completamente revestido de láminas de oro batido y plata dorada. Cada cara se subdivide en recuadros y está adornada con esmaltes y gemas. En la cara frontal puedes ver escenas de la vida de Cristo y en el centro hay una cruz con los cuatro evangelistas y los doce apóstoles. En las caras laterales hay representados ángeles, santos y cruces. En la parte posterior puedes ver episodios de la vida de San Ambrosio, mientras que los cuatro círculos del centro están ocupados por dos arcángeles y por dos escenas en las que vemos a los protagonistas de la obra maestra: por un lado, San Ambrosio coronando al joyero que lo ha realizado, y por el otro, un obispo que presenta al santo la maqueta de la iglesia.
CURIOSIDAD: entre los recuadros del Altar de oro que representan escenas de la vida de San Ambrosio hay uno en el que incluso vemos las zapatillas debajo de la cama del santo. Cada recuadro tiene una inscripción en latín con la explicación del episodio: ¡si por casualidad ves a un sacerdote por allí le puedes pedir que te las traduzca!