BASÍLICA DE SAN AMBROSIO, Introducción

Hola, soy Laura, tu guía personal, y junto con MyWoWo, te damos la bienvenida a una de las maravillas del mundo.

Hoy te acompañaré en la visita a San Ambrosio.

¡San Ambrosio es una de las iglesias más antiguas de Milán!

Estás delante de la basílica milanesa del santo patrón de Milán, que es un modelo fundamental de la arquitectura medieval, en lo que respecta al estilo llamado "románico lombardo".

Esta antigua iglesia de ladrillo se encuentra hoy en pleno centro, aunque cuando la ciudad era mucho más pequeña se encontraba a las afueras. Precisamente por eso, este era el lugar donde se enterraba a los primeros mártires cristianos y donde San Ambrosio decidió construir un lugar de culto, que en siglos posteriores se dedicaría a él. Por suerte, desde hace unos años, y tras largas polémicas, la plaza ha quedado casi totalmente cerrada al tráfico: los coches han desaparecido en el aparcamiento subterráneo, y ahora estás en un hermoso jardín arbolado, pudiendo admirar el perfil rojizo de la iglesia que emerge del verde de las plantas.

Pero deja que te cuente brevemente quién fue San Ambrosio. Nació en Tréveris, en la actual Alemania, en la época del Imperio romano, y su padre era un alto funcionario público. Como la corte del emperador se había trasladado de Roma a Milán, Ambrosio se mudó a esta ciudad para hacer carrera en la administración imperial. En pocos años fue capaz de imponerse como una gran autoridad moral, capaz de hacer frente con decisión al emperador, hasta el punto de que los milaneses lo eligieron como obispo por aclamación popular.

La iglesia que hoy estás contemplando, con dos campanarios de diferentes alturas, fue construida en gran parte entre los años 1000 y 1100, modificando e incorporando la basílica dedicada a los mártires originalmente fundada por San Ambrosio. A pesar de algunos retoques posteriores y las repetidas restauraciones, la basílica se presenta como un edificio plenamente medieval: en el interior descubrirás auténticos tesoros e incluso algunas partes del antiguo edificio del siglo IV.

CURIOSIDAD: San Ambrosio tenía sólo unos meses de vida cuando un enjambre de abejas le puso miel en la boca. Por esta razón, sigue siendo el protector de los apicultores.