BASÍLICA DE SAN AMBROSIO, Recuerdos

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La basílica de San Ambrosio es un célebre ejemplo de arquitectura y escultura románicas, pero si tienes tiempo para una visita más a fondo, podrás descubrir otras obras maravillosas.

Ahora ve al fondo de la nave derecha. Cruzando la última capilla llegas al punto en el que se expone al tesoro de la basílica, que incluye joyas de gran calidad y los escasos fragmentos del revestimiento de mármol original, que data de hace ¡casi dos mil años! En este espacio, las paredes y la cúpula están revestidas con mosaicos, y todo se ha mantenido casi igual que en los tiempos en los que Milán era la capital del Imperio romano y una de las principales ciudades cristianas. Entre las figuras de los santos, presta atención al retrato de Ambrosio, ya que el santo aparece aquí inusualmente joven, con el pelo negro y la barba corta: un personaje muy diferente de las representaciones posteriores, en las que tiene el aspecto de un ¡anciano de espesa barba blanca! Ahora haz una pausa y ve a la cripta.

Estás en la cripta. Por desgracia, el sótano, sostenido por numerosas columnas pequeñas, fue reformado en el siglo XVIII y ha perdido su aspecto medieval. En un vano puedes ver la gran urna de plata y cristal en la que están expuestos, de forma un tanto macabra, los restos de San Ambrosio, junto a los mártires Gervasio y Protasio. Si cruzas la cripta y sales por la puerta lateral de la nave izquierda, te espera una última y bella sorpresa....

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