MUSEO ARQUEOLÓGICO, Gabinete Secreto – Primer Piso - Ai Voice
Idioma: español
Ahora entramos en una de las secciones más sorprendentes del museo: el Gabinete Secreto.
Aquí te esperan más de doscientos objetos procedentes en su mayoría de Pompeya y Herculano, representaciones que durante siglos se consideraron demasiado escandalosas para ser mostradas al público.
La historia de estas piezas es realmente fascinante.
Debes saber que, cuando fueron descubiertas durante las excavaciones borbónicas del siglo XVIII, los reyes y los estudiosos las consideraron totalmente incompatibles con la moral de la época. Así nació un “museo dentro del museo”: una sala cerrada con llave, reservada únicamente a eruditos o a hombres adultos con cierto estatus social o cultural. Las mujeres y los jóvenes, por supuesto, estaban excluidos.
Solo desde el año 2000 la colección se expone al público, enriquecida con explicaciones y contextualizaciones.
¿Y qué podrás ver en estas salas? No solo imágenes eróticas en el sentido moderno del término, sino testimonios de una mentalidad distinta, según la cual lo que hoy podría parecernos excesivo tenía entonces un significado positivo y auspicioso.
Descubrirás, por ejemplo, que en los jardines de las casas pompeyanas se colocaban estatuas fálicas para proteger la fertilidad y la prosperidad; que en las entradas de las tiendas se colgaban campanillas de bronce con forma fálica, los tintinnabula, cuyo sonido servía para ahuyentar la mala suerte; y que los lupanarios, o casas de placer, estaban decorados con pequeñas pinturas de tema erótico que funcionaban como auténticas “guías ilustradas” de los servicios ofrecidos.
Entre las piezas más conocidas encontrarás el grupo escultórico de Pan y la cabra, procedente de la Villa de los Papiros de Herculano: una obra que escandalizó a los primeros visitantes y que todavía hoy sorprende por su realismo irónico y a la vez simbólico. También verás pequeños cuadros pintados que decoraban los dormitorios de las casas pompeyanas, con figuras mitológicas como Leda y el cisne o Venus en bikini, representadas con gracia y naturalidad.
Al recorrer el Gabinete Secreto podrás descubrir un lado íntimo y sorprendente del mundo romano: aquel en el que el eros, el mito y la vida cotidiana convivían sin barreras, entre religión, ironía y deseos de prosperidad. Y quizás, más que escandalizarnos, estos objetos nos invitan a reflexionar sobre cuánto han cambiado los conceptos de pudor y moralidad a lo largo de los siglos.
Curiosidad: Los tintinnabula no eran simples campanillas decorativas. Los antiguos romanos creían que su tintineo tenía el poder de ahuyentar a los espíritus malignos y el mal de ojo, y que las imágenes fálicas aseguraban prosperidad. Por eso se colgaban no solo en las casas particulares, sino también en tiendas y espacios públicos.