GALERÍA BORGHESE, Caravaggio-Madonna De Los Palafreneros_Primer Piso Sala 8

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Vuelve de nuevo a la Madonna de los palafreneros, también conocida como Madonna con el niño y Santa Ana.

La obra debe su nombre a una hermandad de escuderos del pontífice que encargó la obra a Caravaggio en 1605. La tarea de los escuderos consistía en gestionar las caballerizas del Papa, donde se guardaban los caballos utilizados durante los desfiles, llamados palafrenes.

Pues bien, cuando se renovó la basílica de San Pedro a principios del siglo XVII, también se amplió la capilla dedicada a la patrona de los palafreneros, Santa Ana. Estos escuderos decidieron entonces mandar hacer un nuevo cuadro para el altar.

Cuando confiaron la tarea a Caravaggio, esperaban una obra que resaltase a su patrona y no quedaron especialmente satisfechos con el resultado final, hasta el punto de que la expusieron en San Pedro durante menos de un mes antes de trasladarla a la pequeña iglesia de Santa Ana, dedicada a la hermandad, situada a poca distancia de la basílica.

Al poco tiempo, vendieron encantados el cuadro al cardenal Borghese, gran admirador y coleccionista de las obras de Caravaggio. ¡Solo pagaron 70 escudos por él y lo revendieron por 100! Y pensar que el artista probablemente había aceptado unos honorarios tan bajos a cambio de ver una de sus obras expuesta en San Pedro... ¡una oportunidad que, sin duda, le habría dado prestigio!...

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