GALERÍA BORGHESE, Caravaggio_Primer Piso Sala 8
Has llegado a la parte más emocionante de la Galería: las salas de Caravaggio. Ningún museo del mundo posee tantas obras del pintor, lo que te permite recorrer todo el espacio de su carrera artística.
Empiezas por su primer cuadro, titulado Baco enfermo, pintado poco después de su llegada a Roma desde Lombardía. Es sin duda un autorretrato realizado después de una enfermedad, que resulta evidente por la palidez del rostro y los labios. Los racimos de uvas en primer plano te transmiten la pasión por los frutos de la naturaleza. La misma pasión que vuelves a encontrar en otra obra titulada Niño con un cesto de frutas, en la que los frutos y las hojas del cesto parecen rebosar de vida.
Ve ahora a la obra titulada Virgen de los Palafreneros, llamada así porque fue realizada en 1605 para la Capilla dei Palafrenieri de la Basílica de San Pedro: es una de las llamadas obras "escandalosas" de Caravaggio, en el sentido de que fue rechazada por quienes se la habían encargado: sólo estuvo expuesta durante un mes en el altar, siendo luego vendida al cardenal Borghese. ¿El motivo del rechazo? La falta de decoro: la Virgen está representada como una chica común, mientras que Santa Ana aparece como una vieja arrugada... ¡incluso la desnudez del niño pareció poco adecuada!
Pasa ahora al cuadro titulado San Jerónimo escribiendo, del que te sorprenderá el contraste entre el fondo oscuro y el manto rojo. Caravaggio retrata al santo mientras traduce la Biblia, rodeado de libros abiertos: la calavera alude a la precariedad de la vida humana.
Pasa ahora al joven San Juan. Caravaggio, que ya había pintado a San Juan Bautista de una forma mucho más vital y alegre, lo muestra aquí joven pero cansado, mientras te mira con tristeza.
El último lienzo del que te hablaré se titula David con la cabeza de Goliat, que fue pintado unos pocos meses antes de su muerte. El adolescente David emerge del fondo oscuro, sosteniendo con aire melancólico la cabeza de Goliat, que chorrea sangre. Como ves, la espada y la camisa están hechas con pinceladas rápidas y enérgicas, típicas de la fase tardía de Caravaggio.
CURIOSIDAD: en el David, Caravaggio se pintó a sí mismo en la cabeza cortada del gigante. Los ojos desorbitados y el grito silencioso parecen un presagio de la muerte del pintor.