VIA SAN GIACOMO E IGLESIA DE SAN MARTINO, Presentación
En el punto más alto de la ciudad se encuentran tres iglesias alineadas en una sola calle, Via San Giacomo.
Te sugiero que empieces tu visita desde la iglesia dedicada a Santiago, San Giacomo, que se encuentra al final del acantilado que domina el valle del río Marta. La vista que se puede disfrutar desde aquí permite ver el Monte Argentario y las islas del archipiélago toscano.
El edificio del siglo XII es de planta de cruz latina, con tres ábsides, y tiene una cúpula rebajada inspirada en la arquitectura árabe, debido a las relaciones de Corneto con la Sicilia normanda. Las cubiertas internas tienen forma de cruz, según la tradición local de impronta lombarda.
Ahora, pon el audio en pausa y vuelve a reproducirlo cuando llegues a la iglesia del Salvatore.
La iglesia del Salvatore también data del siglo XII y tiene una sola nave. Es un claro ejemplo de arquitectura local, similar a la Iglesia de San Martino, de la que te hablaré en breve, con los habituales arcos colgantes y ventanas monóforas, decoradas internamente con motivos de madeja. En el único ábside hay un fresco de Cristo bendiciendo, que data de la segunda mitad del siglo XV.
Ahora, pon el audio en pausa y vuelve a reproducirlo cuando llegues a la iglesia dell’Annunziata.
Por último, pero no por ello menos importante, en el extremo opuesto de la calle a la iglesia de San Giacomo, se encuentra la iglesia del siglo XIII dedicada a la Anunciación. Dotada de una sola nave, presenta tres ábsides y planta de cruz latina, cubierta por bóvedas de crucería. La fachada está coronada por un esbelto rosetón radial, mientras que el único portal bicolor recuerda las relaciones de la ciudad con el mundo árabe-normando.
Ahora, pon el audio en pausa y vuelve a reproducirlo cuando llegues a la iglesia de San Martino.
La iglesia de San Martino está situada en la plaza que lleva el mismo nombre, a la que también se asoman algunos edificios medievales y dos elegantes torres gentilicias.
La iglesia, que data del siglo XII, está dedicada al santo caballero San Martín de Tours. La parte central de la fachada está decorada con finas semicolumnas y adornada con un marco de arcos bicolores, como el portal.
El interior está dividido en tres naves por pilares circulares. Su aspecto actual se remonta al siglo XVIII, cuando al amplio espacio del tercer gran arco que hay delante del presbiterio, se le añadió un cuarto espacio. En la pared izquierda se pueden admirar dos frescos del siglo XIV que representan a San Cristóbal con el Niño Jesús y la Virgen en el Trono entre los Santos Pedro y Pablo.