MUSEO EGIPCIO, Palacio

Antes de iniciar la visita a las colecciones del Museo Egipcio, te sugiero que observes el magnífico edificio barroco en el que tiene su sede.

El museo está ubicado en el edificio de la Academia de Ciencias, que fue creado en la segunda mitad del siglo XVII por uno de los arquitectos más imaginativos e innovadores del barroco piamontés, Guarino Guarini. A él se deben también otras joyas de la ciudad, como la capilla de la Sábana Santa de la Catedral, la iglesia de San Lorenzo y el Palacio Carignano.

El gran y austero edificio de ladrillo en el que te encuentras surge como colegio dirigido por los jesuitas y reservado para los jóvenes vástagos de la aristocracia piamontesa. Tiene planta en forma de herradura y supera los 60 mil metros cuadrados. En el proyecto original, el arquitecto tenía previsto incluso una conexión directa con la plaza Castello gracias a un sistema de pasajes subterráneos, aunque nunca se realizaron.

Que este palacio nació como institución educativa lo puedes comprobar por su aspecto compacto y severo: en el colegio los jóvenes nobles tenían que pensar sólo en estudiar y en seguir las enseñanzas impartidas por los jesuitas, orden religiosa que se preocupaba enormemente por la disciplina y el estudio. Incluso la fachada tiene una estructura muy sencilla y regular, aunque como puedes ver, la decoración de terracota es bastante refinada. El balcón que está sobre la puerta de entrada no existía al principio, no se añadió hasta el siglo XIX.

El arquitecto dio lo mejor de sí en la escalera interior, que en 2011 fue restaurada junto con el resto del edificio y el propio museo. Por eso te sugiero que ignores el ascensor y uses las escaleras, y ya que estás aquí visita las salas históricas de la Academia, incluida la Sala de los Mapamundi, donde tenía su sede el teatro del colegio. Esta sala debe su nombre a dos preciosos globos terráqueos del siglo XVII, obra de un gran cartógrafo veneciano.

CURIOSIDAD: en 2013, el ilustre periódico "The Times" hizo una clasificación en la que incluyó al Museo Egipcio ¡como uno de los cincuenta museos más bellos del mundo!