VALENTINO, Castillo
Se tiene constancia de la presencia de un castillo en la parte sur de la ciudad, a orillas del Po, desde la época medieval: pero el edificio que tienes delante es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura barroca turinesa. El Castillo está dedicado a San Valentín, cuyas reliquias se conservaban en una capilla que posteriormente fue destruida. Ya no es una estructura defensiva y militar, sino una espléndida residencia real, una gran villa rodeada de vegetación siguiendo el modelo de los "châteaux", los famosos castillos franceses.
Y desde Francia hay que partir para apreciar y entender la historia y la apariencia de este monumento que está volviendo a recuperar, gracias a una compleja restauración, todo su encanto original. Fue construido en la primera mitad del siglo XVII para la hija del rey de Francia Enrique IV, que se casó con Víctor Amadeo I de Saboya. El proyecto se debe al arquitecto Carlo Castellammonte y a su hijo Amedeo. Como ves se trata de un gran monumental en forma de herradura, con cuatro poderosas torres cuadradas angulares y un gran patio en el centro. En los techos con altas cubiertas y buhardillas con ventanas puedes reconocer un homenaje a los orígenes franceses de la princesa Cristina, llamada la "Madama Reale". Admira también la solemnidad de la fachada principal, con entrada con pórtico y galería.
Debes saber que con el paso de los siglos el Castillo ha tenido diversas funciones: fue la primera escuela de veterinaria, luego cuartel militar, posteriormente sede de la Facultad de Ingeniería y todavía conserva funciones representativas de la Universidad. En 2006 se convirtió en la sede de "Casa Italia" durante los Juegos Olímpicos de Invierno, y comenzó la restauración de sus espléndidas estancias interiores. Actualmente puedes visitar las salas de la primera planta, que consisten en varios salones decorados en torno a 1640 con frescos y estucos, que representan escenas mitológicas, signos del zodiaco, paisajes piamonteses y episodios gloriosos de la historia de Francia combinados con los de la dinastía de los Saboya.
CURIOSIDAD: junto con Lyon y Praga, Turín está considerada como una de las tres "ciudades mágicas" de Europa, pues alrededor de muchos de sus edificios surgen leyendas oscuras. Se dice, por ejemplo, que la "Madama Reale" utilizaba el castillo del Valentino para los encuentros con sus desventurados amantes, a los que luego mataba y arrojaba a un pozo.