VENARIA REALE, Residencia Real

La avenida rectilínea que corta el pueblo de Venaria Reale te lleva hasta el gran patio de honor, la plaza que se abre delante del complejo barroco: al fondo se encuentra el núcleo principal, mientras que a la izquierda, donde puedes ver dos torreones con cubiertas de tejas, se extiende el ala que alberga la Galería, que termina en la capilla dedicada a San Huberto, patrón de los cazadores.

Los adornos de yeso que ves sobre la fachada blanca son los símbolos de la riqueza de Saboya: conchas, frutas y cuernos de la abundancia.

Ahora haz una pausa y ve a la Sala de Diana.

Estás ahora en la Sala de Diana, que es la más suntuosa de todo el palacio, pues de hecho se utilizaba para organizar grandiosos banquetes. Las decoraciones están tan elaboradas que no sabes por dónde empezar a verlas. El techo está decorado con recuadros de estucos y frescos que representan a los dioses del Olimpo. En la sección central puedes ver diez retratos de los duques de Saboya a caballo, y en la franja inferior tienes otras tantas pinturas dedicadas a la caza de ciervos, liebres, osos, zorros y jabalíes. El autor es el mismo que el de los frescos, un pintor flamenco activo en Turín que se llamaba Jan Miel.

Ahora haz una pausa y ve a la Gran Galería....