SAN MARCOS, Basílica - Interior

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Y, por fin, has entrado en San Marcos. Busca un rincón tranquilo, tal vez alejándote de la entrada. Podrás apreciar enseguida la iluminación, que se ha renovado recientemente para resaltar el brillo único de esta basílica, que parece flotar entre el oro de los mosaicos y los colores de los mármoles antiguos.

Antes de avanzar, acostúmbrate poco a poco a los volúmenes y las luces, comienza a familiarizarte con la estructura inusual de esta iglesia, donde los motivos típicamente venecianos y occidentales se funden con elementos de la arquitectura oriental, bizantina y también árabe. Bajo el revestimiento brillante de los mosaicos puedes reconocer la forma redondeada de los poderosos arcos apoyados sobre sólidos pilares. Observa también, a media altura, el contraste con las finas balaustradas del matroneo, es decir, el balcón reservado en su tiempo para las mujeres.

Ten presente que los mosaicos más antiguos están dentro de las cinco cúpulas: aquí, las figuras de estilo bizantino parecen flotar en un océano de oro; los mosaicos más valiosos son los de la cúpula de Pentecostés, que es la primera al principio de la nave central. Reconocerás a los Apóstoles que predican inspirados por los rayos de luz procedentes de una paloma situada en el centro de la cúpula, símbolo del Espíritu Santo.

Ahora haz una pausa y ve al Baptisterio....

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