SAN MARCOS, Basílica - Los Caballos
Por si fuera poco, además del Tesoro, San Marcos tiene reservado un espacio en el que puedes admirar muchas más obras de arte: muebles, tapices, vestimentas sacerdotales, alfombras persas, etc... todo procedente de la basílica.
Entra por la derecha de la portada de acceso y recorre el itinerario al nivel de la terraza, atravesando una serie de salas, a veces de imprevisible grandiosidad, construidas en la parte superior de la iglesia. Entre otras cosas, es el momento de comprobar con tus propios ojos que este enorme edificio, todo revestido de mármol y mosaicos, está en realidad hecho de ladrillos: simples ladrillos. Además, estudiando algunos fragmentos de mosaicos sustituidos durante las restauraciones, también podrás descubrir cómo se hace un mosaico, combinando de acuerdo con un dibujo preliminar las teselas de colores o pintadas. Entre las pinturas te recomiendo la gran tabla que Paolo Veneziano, principal pintor de la ciudad en el siglo XIV, pintó como protección para la "Pala d'Oro" del altar mayor.
Pero ahora, lo sé, estas impaciente por llegar al plato fuerte: los cuatro caballos de bronce dorado que antes estaban expuestos en la balconada de la basílica. Después de una larga restauración, en los años 80 se trasladaron hasta aquí los originales, mientras que en la balconada, a merced de la intemperie, de las palomas y de la contaminación atmosférica, se colocaron unas copias.
El espléndido cuarteto de caballos es lo más destacado del botín de obras de arte capturado por los venecianos durante el saqueo de la Cuarta Cruzada, del que te he hablado en un archivo anterior. Originalmente, los cuatro caballos decoraban el hipódromo de Constantinopla. Se cree que son de época romana tardoimperial, aunque algunos investigadores los consideran en cambio originales de la Grecia del siglo III antes de Cristo. En cualquier caso, estarás de acuerdo conmigo en considerarlos absolutas obras maestras por su naturalidad y elegancia. Además, han desempeñado un papel fundamental como modelos para las esculturas monumentales del Renacimiento, incluido, justo aquí en Venecia, el monumento ecuestre de Bartolomeo Colleoni.
CURIOSIDAD: fascinado por la belleza de los cuatro caballos, Napoleón hizo que los bajaran de la terraza de San Marcos y los llevaran a París. Después de la derrota de Waterloo, sin embargo, muchas de las obras de arte saqueadas por el emperador fueron devueltas a sus respectivos propietarios. Y así, gracias a la participación directa del gran escultor Antonio Canova, los caballos pudieron regresar triunfalmente a Venecia.
Termina aquí nuestra visita a la Basílica de San Marcos. MyWoWo te da las gracias y ¡te cita en otra maravilla del mundo!