SAN ZANIPOLO, Coro Y Capilla Del Rosario
Has llegado al brazo transversal de la basílica, iluminado por una magnífica vidriera del siglo XV a la que te recomiendo que prestes atención, obra de un equipo de artistas de Murano. Ahora vuelve al centro para admirar el hermoso coro de madera situado detrás del altar.
A la izquierda del altar mayor te espera otra obra funeraria de pared, concebida como arco de triunfo en honor del dux Andrea Vendramin. El monumento es una obra maestra del primer Renacimiento veneciano. Las estatuas unen la cultura clásica con la devoción cristiana: a los lados del sarcófago del dux puedes ver las figuras de los héroes mitológicos Hércules y Perseo, que dialogan con los protagonistas de la Anunciación y con la Virgen con el Niño y los Santos de la parte superior.
Ahora haz una pausa y ve a la capilla del Rosario, en el lado izquierdo de la iglesia.
Según la tradición, el primer rosario fue donado por la Virgen a Santo Domingo, y serán precisamente los frailes de esta orden los que promuevan la práctica de su rezo durante el siglo XIV. En esta gran sala, que desgraciadamente en el siglo XIX y a causa de un incendio perdió su decoración original, puedes encontrar una serie de obras maestras, algunas de las cuales provienen de iglesias ahora destruidas. En particular, te recomiendo los cuadros de Paolo Caliari, llamado El Veronés, autor de las escenas más magníficas del siglo XVI veneciano. Comenzamos en orden cronológico con la Adoración de los Magos, repleta de personajes que se agolpan en torno a la radiante figura de María. Los tres lienzos ovales del techo son la Anunciación, la Adoración de los pastores y la Asunción. Aquí puedes apreciar la gran maestría de El Veronés a la hora de crear escenografías arquitectónicas, gracias al uso de las columnas, presentes en las tres escenas, y que parecen romper el techo con efectos que anticipan los virtuosismos del Barroco. Completan este pequeño tesoro de El Veronés los lienzos con los evangelistas y la Adoración de los Magos, que pertenecen a la fase tardía de la actividad del maestro, cuando su pincelada se vuelve más nerviosa e inquieta.
CURIOSIDAD: ¿sabías que sin Santo Domingo no tendríamos cáscaras de naranja confitadas? De hecho, parece que fue él quien hizo traer desde España el primer árbol de naranja dulce. ¡Viva Santo Domingo!
Termina aquí nuestra visita a la Basílica de los Santos Juan y Pablo de Venecia. MyWoWo te da las gracias y ¡te cita en otra maravilla del mundo!