SCUOLA GRANDE DI SAN ROCCO, Sala Del Albergo

Audio Guide length: 2.46
español Idioma: español
Autor: STEFANO ZUFFI E DAVIDE TORTORELLA


A pesar de que las salas de la Scuola di San Rocco son un bello ejemplo de arquitectura del siglo XVI, tu mirada se sentirá atraída de inmediato por las pinturas de Tintoretto, que cubren las paredes y techos. El pintor veneciano trabajó aquí en tres épocas diferentes, distribuidas en un periodo de más de veinte años. Para seguir el orden cronológico de las pinturas, comenzarás por la primera planta; continuarás con el salón de al lado y, finalmente, bajarás a la sala de la planta baja. Podrás así seguir el paso del realismo descriptivo de sus comienzos a la visión poética de sus últimas obras.

 

Ahora haz una pausa y ve a la Sala dell'Albergo subiendo la magnífica escalera del siglo XVI decorada con mármoles de colores.

 

Todo se inicia en 1564, cuando la Scuola Grande di San Rocco pone en marcha un concurso para la decoración de las salas de recepción con grandes lienzos dedicados a la Pasión de Cristo. Nacen así las tres obras que ves en la pared de entrada: El juicio de Pilatos, el Ecce Homo y La subida al Calvario. Uno al lado del otro, los cuadros forman casi un relato continuo, y se encuentran entre las imágenes más famosas de la pintura de finales del Renacimiento. El Cristo ante Pilatos, en particular, impacta de una manera inolvidable. Como acertadamente escribió un crítico del siglo XVII, la figura de Cristo, aunque envuelta en un manto blanco, parece desnuda ante la multitud enfurecida.

En la pared del fondo puedes admirar uno de los logros más destacados del pintor, la inmensa Crucifixión, ¡una pintura de casi 60 metros cuadrados! Nos encontramos en el momento en el que la Cruz se iza con esfuerzo hasta la posición vertical: Cristo aparece solo, aislado en un círculo de luz, lejos ya del resto de personajes.

 

CURIOSIDAD: ¿sabías que Tintoretto obtuvo el contrato gracias a una estratagema? El concurso preveía de hecho que los pintores presentasen en el plazo de dos semanas un boceto para una pintura oval, la Gloria de San Roque, que se colocaría en el techo de la sala. Pero Tintoretto logró averiguar cuáles eran las dimensiones exactas del lienzo, y en lugar de un boceto, presentó a la comisión la pintura ya terminada y lista, de las medidas deseadas. Los otros competidores protestaron, pero Tintoretto respondió que esa era su manera de hacer bocetos. Y así se adjudicó el contrato: ahora puedes ver el lienzo colocado en su sitio, en el centro del techo.

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