LA CASA DE ANA FRANK, Westerkerk
El tramo del Prinsengracht al que se asoma la casa de Ana Frank está dominado por la torre de la Westerkerk, la iglesia occidental, el edificio religioso más importante de la época dorada de la ciudad.
El arquitecto Hendrick de Keyser, ayudado por su hijo Pieter, fue el encargado de construir grandes iglesias calvinistas, en correspondencia con los puntos cardinales, según el proyecto urbanístico del anillo de canales.
La Westerkerk, construida entre 1620 y 1631, se encuentra entre el tramo exterior del Prinsengracht y el barrio popular de Jordaan. El campanario, de 85 metros de altura, está coronado por el globo terráqueo y la corona imperial, un regalo del emperador Maximiliano de Habsburgo. Desde la galería se puede disfrutar de las mejores vistas del centro histórico de Ámsterdam.
La bella estructura de la iglesia, caracterizada por el color alternante de ladrillos rojos y piedra clara, revela un interior de absoluta austeridad. La severa devoción calvinista evita cualquier decoración: la luz entra en abundancia a través de las grandes vidrieras y el único adorno interior está constituido por un majestuoso órgano de 1682. Encontrará los bancos y los asientos orientados al púlpito y no al altar, como sucede en las iglesias católicas.
La Westerkerk domina una hermosa y animada plaza. Entre las casas antiguas se encuentra también la casa donde vivió el filósofo y científico Descartes en 1634.
Cerca de la iglesia se puede ver una conmovedora estatua de Ana Frank y otro monumento que recuerda las persecuciones nazis: el Homomonument, un monumento conmemorativo dedicado a los homosexuales que fueron deportados a campos de concentración. La escultura se compone de dos triángulos de granito rosa, y recuerda el triángulo rosa que los homosexuales tenían que llevar en su ropa como «distintivo».
No muy lejos de allí se encuentra el pequeño y reciente Tulipmuseum, dedicado a la historia de los tulipanes que documentan los orígenes, evolución, variedades de bulbos y flores que se han convertido en el símbolo nacional.
Curiosidad: dentro de la Westerkerk, una placa conmemorativa recuerda la sepultura de Rembrandt, que vivió sus últimos años en una pequeña casa en el vecino barrio de Jordaan. Se trata solo de una placa simbólica, ya que el cuerpo del gran pintor, que murió en la pobreza, fue arrojado a la fosa común del cementerio anexo a la iglesia.
Aquí termina nuestra visita a la casa de Ana Frank. MyWoWo te da las gracias y te cita en otra maravilla del mundo.