MUSEO VAN GOGH, Saint Remy
Vincent Van Gogh pasó los primeros meses de 1889 en la Provenza, en una alternancia continua entre momentos de lucidez y crisis violentas, durante los cuales incluso bebió aguarrás, una resina vegetal, y se comió las pinturas de los tubos.
Como puedes ver fácilmente, los efectos de la enfermedad mental y los abusos del pintor, incluido el alcohol, son visibles en algunas de las pinturas expuestas en el museo por sus colores poco realistas y formas ondeantes. Un ejemplo de ello son las tres pinturas que representan los Olivares, en los que se acentúa la contorsión natural de los árboles.
Consciente de su estado, Van Gogh, en mayo del mismo año, decidió ingresar en el sanatorio psiquiátrico de Saint Rémy de Provence, ubicado en un antiguo convento.
Aquí, Vincent no recibió cuidados especiales, pero al menos se le impidió tomar sustancias nocivas y, además, se le permitió pintar, tanto en la habitación como en el jardín, siempre bajo la supervisión de una enfermera.
En este ambiente, Van Gogh experimentó un breve período de tranquilidad en el cual creó algunas de sus obras maestras más importantes. En el museo puedes ver algunas obras que se remontan a este período, en las que pintó su habitación y el jardín y los árboles de la clínica de una manera mucho menos tormentosa e impetuosa que las anteriores, incluso en la pincelada.
El cuadro más conocido es el Almendro en flor que Van Gogh pintó en honor del nacimiento de su sobrino, hijo de Theo. La pintura representa una rama de almendro en flor con pétalos blancos, que destaca sobre un cielo turquesa. Está claramente inspirada en los grabados japoneses por el delicado trazo y la evidencia de los contornos.
A principios de 1890, Vincent volvió a vivir solo en Arlés, pero tras sufrir una nueva crisis volvió a ser hospitalizado. Salió del sanatorio en mayo: la ficha del alta lo definía como «curado», pero Vincent enseguida se dio cuenta de que su estancia en el hospital no había aportado ningún beneficio especial a su equilibrio psíquico.
Curiosidad: si te preguntas qué enfermedad sufría Van Gogh, debes saber que aún hoy sigue siendo un misterio. Los psiquiatras nunca se han puesto de acuerdo sobre el tipo de enfermedad mental que padecía y hay al menos treinta diagnósticos diferentes.