PUERTO, Visita Cuenca Oriental
El Oosterdok, la cuenca oriental, se abrió en 1832 gracias a la construcción del canal Ij, para regularizar los efectos de las mareas. La orilla dedicada al príncipe Enrique, parcialmente conservada como jardín, está dominada por la extravagante Casa de la Navegación, un edificio que se construyó en 1911 como sede de oficinas. Su forma recuerda la proa de un barco y las decoraciones aluden simbólicamente a las glorias de la marina holandesa. Entre las esculturas destaca el retrato de Peter Stuyvesant, el último gobernador holandés de Nueva Ámsterdam, la actual Nueva York, que vendieron a los británicos en 1674.
No muy lejos de aquí, a lo largo del hermoso canal Oude Schans, se encuentra la Montelbaanstoren, una torre de ladrillo del siglo XVI con una coronación barroca, construida para proteger puerto.
Entre los edificios de la orilla, en el lado del agua, destaca la moderna y reluciente estructura de cristal y aluminio llamada Arcam, sede del centro de arquitectura de Ámsterdam. Alberga espacios para exposiciones temporales, una librería especializada y un centro de información sobre la arquitectura moderna de la ciudad.
El edificio revestido de metal verde que se ves justo en frente es el Nemo Science Center, que se ha convertido en uno de los referentes inconfundibles del horizonte de Ámsterdam. Diseñado en 1997 por el arquitecto italiano Renzo Piano, en correspondencia con el túnel de la carretera bajo el canal Ij y accesible gracias a una pasarela peatonal, se parece en la forma al casco de un barco que se hunde, hasta el punto de que se le conoce como «Titanic».
El interior está organizado como un parque científico, donde puedes asistir a experimentos y demostraciones de diferentes tipos. Las vistas desde la terraza que da al puerto son espléndidas.
En el extremo de la cuenca se puede ver el gran almacén del almirantazgo, que data de 1656 y alberga el importante Museo Marítimo Nacional de Ámsterdam, muy apreciado por los niños. Excepcional colección de antigüedades, recuerdos, maquetas de barcos comerciales y de guerra, cuenta la historia de las conquistas navales holandesas de una manera atractiva a través de tecnologías multimedia. La colección de atlas, globos e instrumentos científicos es también muy interesante.
Curiosidad: atracado frente al museo marítimo, puedes ver el Ámsterdam, la estupenda réplica de un galeón de la Compañía de las Indias Orientales al que puedes subir para conocer de primera mano cómo se vivía en un gran barco del siglo XVII. Por desgracia, la embarcación original se fue a pique después de solo 18 días de navegación.