MUSEO BRITÁNICO, Templo De Las Nereidas
La colección de antigüedades griegas y romanas ocupa 13 salas del ala oeste de la planta baja del Museo Británico. Después de admirar los mármoles del Partenón, te hablaré ahora de otro gran monumento del arte griego clásico: el monumento de las Nereidas.
Se trata de un templete que data de aproximadamente el año 400 antes de Cristo, y procede de la antigua Licia, en la actual Turquía. Concretamente es un sepulcro dedicado a un príncipe local. Su estructura, que originalmente estaba colocada en una posición elevada, consta de una fachada de mármol que se apoya sobre una base de piedra caliza dividida en dos niveles, ambos decorados con bajorrelieves.
El templo tiene cuatro columnas en la fachada principal. Las columnas, de estilo jónico, continuaban por todo el contorno del edificio, como puedes intuir por las que continúan por el lateral. Como habrás notado, lo que tienes delante es únicamente una reconstrucción de la fachada principal de este monumento. Sólo te queda la imaginación para tratar de verlo en su totalidad.
En la parte superior de las columnas discurre un friso, también esculpido en bajorrelieve, mientras que los pequeños paralelepípedos que puedes ver que sobresalen en la decoración de la cornisa superpuesta se llaman dentículos. En la parte superior del templo se encuentra el habitual frontón.
La estancia, o "cela", cuya entrada puedes ver detrás de las columnas, debía servir precisamente como cámara funeraria. De acuerdo con los estudios relativos al templo, este vano estaba decorado con un techo con artesonado.
Ahora observa, entre las columnas, las estatuas de ninfas del mar que bailan acompañadas de delfines: ellas son las Nereidas, que dan nombre al monumento.
Los restos de esta obra maestra fueron encontrados por un viajero inglés en 1840. Enviados al Museo Británico, se han reconstruido para mostrar qué aspecto debía tener esta fascinante estructura funeraria.
CURIOSIDAD: en el Museo Británico han ideado una caza del tesoro sólo para adultos. Se trata de buscar obras eróticas o incluso pornográficas, fotografiarlas con un comentario y catalogarlas. ¡Parece que es una excelente manera de aprender sobre la historia del arte!