NATIONAL GALLERY, Historia
Hola, soy Laura, tu guía personal, y junto a MyWoWo te damos la bienvenida a una de las maravillas del mundo.
Hoy te acompañaré en la visita a la National Gallery.
Debes saber que la National Gallery ¡es uno de los mayores tesoros del arte mundial!
Prepárate para sumergirte en un océano de pinturas, con una colección que va desde el final del siglo XIII hasta el XIX, y que te ofrece una selección de todas las escuelas artísticas de Europa occidental. Ten en cuenta además que las obras de la National Gallery no proceden de una colección aristocrática o de botines de guerra, sino que fueron adquiridas por el Estado británico, aunque la colección también ha crecido rápidamente con el paso de los años gracias a donaciones, legados y adquisiciones propias.
La galería se fundó en 1824, gracias a la devolución de una deuda de guerra por parte de los austríacos, lo que permitió al gobierno británico comprar la colección de un rico financiero. La galería se abrió en su residencia, en el número 100 de Pall Mall, pero unos años más tarde se trasladó al edificio de Trafalgar Square en el que estás ahora, con cúpula y fachada con forma de templo griego. Con sus esbeltas columnas de estilo jónico, la fachada es la única parte original que queda de un edificio remodelado muchas veces para dar cabida a una colección cada vez mayor.
En la parte posterior se construyó más tarde la National Portrait Gallery, dedicada exclusivamente a los retratos.
El ala Sainsbury fue la última parte de la colección en ser completada, a finales del siglo XX, sobre las ruinas de un almacén de muebles bombardeado. Construida en tiempo récord, el ala dio un respiro a toda la colección. En las salas de la planta baja, donde podrás admirar maravillosas muestras de arte antiguo, predominan los tonos apagados de la piedra gris y el claro parqué, mientras que como verás, en las salas decimonónicas los tonos cromáticos de los tapizados son claramente mucho más completos y variados.
CURIOSIDAD: cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, toda la Galería se trasladó a Gales, por lo que no quedaron obras que poder admirar.
Los londinenses, sin embargo, continuaron frecuentándola para asistir a los conciertos que daba una famosa pianista a la hora del almuerzo, desafiando el riesgo de los bombardeos.