TATE BRITAIN, Ofelia Millais
Te hablaré ahora de Ofelia, de John Everett Millais, una de las obras más importantes que puedes admirar en la sección de los prerrafaelistas. Representa a un personaje de Shakespeare, la infeliz joven que se mata por amor a Hamlet. Como puedes ver, Millais transforma el drama del suicidio casi en una visión propia de un sueño, en el que Ofelia se deja deslizar suavemente en las aguas de un estanque, rodeada por la naturaleza, que hace de marco a su lánguido final.
En la tragedia Hamlet, el melancólico y tierno personaje de Ofelia no ocupa un lugar preeminente, y sin embargo, su figura se ha impuesto como una de las más apreciadas por los artistas, especialmente por esta muerte silenciosa y conmovedora. Millais te presenta a la joven ahogada casi como si fuese una planta acuática, misteriosa y sensual, que flota entre juncos y nenúfares en la superficie límpida de un estanque. En la historia de Shakespeare, Ofelia se sumerge "como una sirena" y es arrastrada bajo el agua por el vestido empapado: en la mano aún sostiene las flores con las que tejía guirnaldas, y por su boca entreabierta parece que se puede oír cómo canta una última y conmovedora canción de amor.
Para estudiar y reproducir el marco de plantas, el pintor se trasladó en junio a la campiña de Surrey. Al pintar al aire libre, en espera de la floración perfecta de cada especie, tuvo que lidiar durante todo el verano con enjambres de insectos, así como con las condiciones meteorológicas. Pero además del esfuerzo casi científico por mantenerse fiel al entorno natural, el cuadro está cargado de alusiones simbólicas. El sauce, la ortiga y las margaritas son citas directas de Shakespeare y se asocian con la inocencia; las otras plantas están en cambio añadidas por el pintor. La amapola alude al sueño eterno de la muerte; la rosa, aunque es un símbolo del amor y la belleza, tiene aquí una connotación funeraria, vinculada a las ceremonias del culto a los muertos. El nomeolvides es, obviamente, la flor del recuerdo.
CURIOSIDAD: la modelo del retrato fue Elizabeth Siddal, llamada Lizzie, que más tarde se casaría con Dante Gabriel Rossetti, la cual también tendría una desgraciada muerte prematura. Para retratarla con total realismo, Millais utilizó una bañera llena de agua calentada por velas, con la modelo sumergida en ella. Cuando un golpe de viento apagó las velas, el artista, inmerso en su trabajo, no se dio cuenta, y Elizabeth no se atrevió a protestar. Resultado: la pobre cayó gravemente enferma.