TATE MODERN, Visita
Cuando entres en la Tate Modern te encontrarás inmediatamente en el espacio más sugerente de todos: es el Turbine Hall, un enorme salón de treinta y cinco metros de altura, con cinco plantas expositivas que siempre albergan nuevas creaciones de artistas contemporáneos. Si vas hacia la derecha llegas a la zona denominada The Tanks: son tres antiguos y enormes depósitos de petróleo, que también albergan exposiciones. Al visitar la galería, no te limites a admirar las obras, presta atención a los contrastes, nunca casuales, entre la arquitectura industrial y las obras que haya expuestas en cada momento.
En la sala cuarenta de la llamada "colección permanente" el recorrido cambia en realidad muy a menudo.
Te hago una observación preliminar: el inmenso patrimonio artístico de la Tate Modern no está expuesto según un orden cronológico, sino en torno a cuatro "núcleos temáticos" que recorren todo el arte del siglo XX: el desarrollo de la forma, lo abstracto, lo surrealista y el valor del gesto del artista.
Además de la omnipresente figura de Picasso, que sirve un poco de hilo conductor de las transformaciones del arte en el siglo XX, te esperan obras de maestros como Modigliani y Matisse, Klee y Kandinski, Henri Moore y Miró, y una revisión exhaustiva del pop art.
Desde el Turbine Hall puedes decidir si subes a las plantas superiores pasando por la Switch House, a tu derecha, o por la Boiler House, a tu izquierda. Ten en cuenta que la colección permanente se exhibe en las salas entre la segunda y la cuarta planta, mientras que en la primera planta podrás ir de compras o disfrutar de un descanso y tomar algo en la chocolatería o en el bar con terraza.
Si en cambio prefieres una comida completa, en la sexta planta de la Boiler House encontrarás un restaurante informal, y en la novena planta de la Switch House un elegante restaurante con menú a la carta. Pero lo que en ningún caso puedes dejar de ver es el local al aire libre de la décima planta de la Switch House: sentado saboreando un café o una típica cerveza inglesa, podrás disfrutar, además, de unas vistas espectaculares.
CURIOSIDAD: el arte contemporáneo vive actualmente de la transgresión, pero en el barrio de Bankside, donde se encuentra la Tate Modern, ha estado ligado a la transgresión desde la época de los antiguos romanos: ¡se trataba de hecho de lo que podría llamarse un barrio rojo! En el siglo XVI Enrique VIII ordenó cerrar los burdeles, que reabrieron durante el reinado de su hija Isabel I.
Termina aquí nuestra visita a la Tate Modern de Londres. MyWoWo te da las gracias y ¡te cita en otra maravilla del mundo!