SULTAN MOSQUE, Sultan Mosque
Idioma: español
Hola, soy Juanma, tu guía personal, y junto a MyWoWo te damos la bienvenida a una de las maravillas del mundo: la Sultan Mosque.
La Sultan Mosque es el lugar de culto islámico más importante de Singapur.
Con sus enormes cúpulas doradas, las decoraciones en estilo sarraceno, los minaretes y las ventanas ojivales, la mezquita del Sultán parece salida de uno de los cuentos orientales de Las mil y una noches.
Esta mezquita, en realidad, ocupa el lugar de una mezquita anterior, edificada entre 1824 y 1826 con la ayuda de una subvención de Stanford Raffles y de la Compañía de las Indias Orientales. Cuando Singapur pasó a manos inglesas en 1819, el sultán Hussain Shah, que reinaba en Singapur, no fue expulsado, sino que se le concedió un sueldo anual y la posibilidad de establecer en este barrio, Kampong Glam, su residencia. El sultán construyó aquí su palacio, y al lado mandó construir una mezquita. De este modo, Kampong Glam se convirtió en el barrio de los inmigrantes musulmanes malayos e indonesios.
Sin embargo, a principios del siglo XX, Singapur se convirtió en un importante centro comercial islámico y la vieja mezquita, además de quedar completamente abandonada, se quedó demasiado pequeña para una comunidad que estaba creciendo. En 1924, año del centenario de la mezquita, decidieron reformarla y ampliarla. Se realizó una colecta entre los musulmanes de Singapur, y la obra se le asignó al arquitecto de origen irlandés Denis Santry, que adoptó un estilo sarraceno, muy de moda en aquella época, incorporando los minaretes. La mezquita actual se terminó en 1928 después de cuatro años de obras, y en 1975 se convirtió en un monumento nacional y en uno de los edificios religiosos más importantes de Singapur.
La entrada a la imponente sala de oración está reservada solo a los musulmanes, pero se puede visitar el patio.
Me despido con una curiosidad: si observas con atención las cúpulas con forma de cebolla, observarás que la base está decorada con culos de botella. Los musulmanes pobres del barrio recogieron botellas de vidrio y las donaron a la mezquita, de manera que todos los musulmanes, no solo los ricos, pudieran contribuir en la construcción del templo.
