RECINTO MODERNISTA DE SANT PAU, Historia - Ai Voice
Idioma: español
El Recinto Modernista de Sant Pau es uno de los complejos arquitectónicos más extraordinarios de Barcelona y de todo el modernismo europeo.
Para entender su historia, hay que volver al año 1401, cuando los principales gremios religiosos y artesanales de Barcelona decidieron unir sus recursos para construir un gran hospital. Así nació el Hospital de la Santa Creu, situado en el barrio del Raval. Durante siglos fue el corazón de la asistencia sanitaria de la ciudad, pero a principios del siglo XX el edificio medieval ya no podía responder a las necesidades de una Barcelona en plena expansión.
En aquel momento, la ciudad vivía una profunda transformación económica, social y cultural. La Revolución Industrial había traído modernidad y prosperidad, y un nuevo espíritu de renovación recorría Barcelona. En este contexto surgió el Modernismo catalán, un movimiento artístico y arquitectónico que, al igual que el Art Nouveau en otros países europeos, buscaba unir arte, ciencia y progreso en un lenguaje visual nuevo, colorido y simbólico.
Fue en este clima de entusiasmo y confianza en el futuro cuando surgió la idea de construir un nuevo hospital: más moderno, funcional y luminoso.
El encargo fue confiado al arquitecto Lluís Domènech i Montaner, uno de los grandes protagonistas del Modernismo catalán. Domènech concebía la arquitectura como algo más que construcción: veía los edificios como organismos vivos, capaces de mejorar la vida de las personas y reflejar los valores de la comunidad.
Su proyecto para el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, iniciado en 1902, fue revolucionario. Ideó un hospital concebido como una ciudad-jardín, con pabellones independientes rodeados de zonas verdes, conectados entre sí por galerías subterráneas y decorados con mosaicos, cerámicas y esculturas.
No era solo un hospital, sino un lugar donde la belleza y el cuidado se daban la mano.
Durante el siglo XX, Sant Pau siguió funcionando como hospital hasta 2009, cuando la actividad sanitaria fue trasladada a un edificio moderno situado al lado. Desde entonces, el conjunto ha sido restaurado y convertido en un centro cultural e institucional que alberga fundaciones internacionales y espacios expositivos.
En 1997, el Recinto Modernista de Sant Pau fue declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO, junto con el Palau de la Música Catalana, otro gran trabajo de Domènech i Montaner.
Curiosidad: al morir, el banquero catalán Pau Gil destinó parte de su fortuna a la construcción del nuevo hospital. En su honor, Domènech i Montaner incluyó sus iniciales “P” y “G” en numerosos lugares del recinto, desde mosaicos hasta barandillas de hierro forjado.
