CENTRO KENNEDY, Centro Kennedy
Hola, soy Pepa, tu guía personal, y junto a MyWoWo te damos la bienvenida a una de las maravillas del mundo. Hoy te acompañaré en la visita al Centro John F. Kennedy para las Artes Escénicas.
El centro pertenece a la Smithsonian Institution y, cada año, acoge alrededor de 2.000 espectáculos con un total de casi dos millones de espectadores. Financia a numerosos jóvenes artistas en la creación de nuevos trabajos y es la sede de la National Symphony Orchestra, una de las orquestas más importantes del mundo.
El centro bien merece una visita, sobre todo porque desde su terraza, de acceso gratuito, puedes disfrutar de una de las vistas más bonitas de la ciudad, con una vista panorámica de 360°.
El edificio cuenta con tres grandes teatros: el Concert Hall, la Opera House y el Eisenhower Theater, además de numerosas salas de eventos que, en total, suman 7.141 asientos. Tiene forma de pagoda y, como puedes ver, un tamaño verdaderamente mastodóntico: 30 metros de alto, 190 de largo y 90 de ancho, casi el equivalente a dos campos de fútbol.
Es obra del arquitecto Edward Durrell Stone.
Debido a la cercanía del aeropuerto de Washington, los aviones sobrevuelan el centro, por lo que, para aislar acústicamente los teatros, los arquitectos encargados del sonido los diseñaron como cajas que, a su vez, contienen otras cajas, obteniendo de esta forma un perfecto silencio en la sala.
Antes de entrar, puedes contemplar dos obras del escultor Jürgen Weber, un regalo del gobierno alemán. La primera, en el lado norte, se llama Guerra o paz, compuesta por figuras desnudas en escenas que representan el bien y el mal. La que se encuentra en el lado sur se llama América, y representa cuatro escenas de amenazas para la libertad.
El artista tardó cuatro años en esculpir en yeso las 200 piezas de ambos relieves, y la fundición de Berlín tardó otros dos años en realizarlas.
Me despido con una curiosidad: desde la terraza se puede ver también el palacio Watergate, que da nombre al escándalo político más importante de la historia de los Estados Unidos, tanto que se reunieron las primeras comisiones de investigación. El escándalo tenía que ver con el involucramiento del presidente Richard Nixon en numerosos actos ilegales, incluido el espionaje a sus rivales políticos, lo que motivó su dimisión en 1974 durante su segundo mandato.